martes, 26 de febrero de 2008

Sueños.

Ojalá pudiera evaporarme en el viento y formar parte del aire que respiras.
Ser la sombra que acompaña tu andar durante el día antes de llegar la oscuridad.
Ser la estrella que vigila tus sueños pacientemente por las noches.
Ser el agua que bebes día con día y poder hidratar no solo el cuerpo sino también tu alma y espíritu.
Estar cada día en tus despertares, regalarte un poco de mi aliento y un poco de mi fuerza, de esta fuerza que me da mi amor por ti interminable.
Ser la paz que necesitas para confortar tu corazón latente de plácido amor.
Ser la luz que ilumine tu camino incierto.
Descubrir que con una mirada basta para decirlo todo sin decir nada.
Recibirte al encontrarte con el calor de mis labios en los tuyos, sediento, impaciente, insaciable.
Ser el guardián de las veredas que recorres en tu vida.
Darte mi mano si es que tropiezas, si caes levantarte, si te hieres curarte.
Quiero descubrir cuál es la meta y acompañarte hasta el final del viaje.
Quiero ser todo lo que acabo de decir y día con día he soñado, pero no lo soy porque no has llegado.
Sé que llegarás, llegarás a mi cuando la vida quiera hacerme ese regalo.
Has de llegar y entonces yo seré tu regalo.
Has de llegar, y mientras tanto te seguiré soñando.

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