martes, 26 de febrero de 2008

Sssh...

No digas nada, solo entra y siéntate.
Deja la luz apagada, quiero que me veas con tu ilusión.
Quédate quieta, quiero que sientas mi caricia en tu piel.
Quédate callada, quiero que sientas mis labios cerca de los tuyos sin tocarlos.
Quiero que sientas el calor de mi suspiro enamorado.
Siente los latidos de mi corazón ansioso de amarte.
Siente mi sangre fluyendo por mis venas,
Abandonándome por querer fluir junto con la sangre en las tuyas.
Siente mi amor
¿Lo sientes?
¿Puedes verme con los ojos cerrados?
¿Puedes sentirme aunque esté lejos?
¿Puedes tocarme con el calor de tus manos?
¿Puedes escuchar mi grito desesperado?
El grito desesperado de alguien que quiere estar a tu lado.
El grito desesperado a la distancia de tu abrigo.
El grito moribundo por la falta de media vida, tu vida.
¿Dónde estás?
¿Qué calles caminas?
¿Qué voces escuchas?
¿Qué sol te cobija?
¿Qué luna te quiere?
Donde quiera que estés amor, donde quiera, quiero estar contigo.
Porque tuyo soy, porque siempre lo he sido, porque siempre lo seré.
Porque sin ti no hay vida completa, porque me falta tu media vida.
Pero no digas nada, solo entra…
Y siénteme.

1 comentario:

Anónimo dijo...

MMM... siento que esto me gusta... por alguna extraña razón. Resume una filosofía interesante de un ser realmente enigmático. Saludos. Daniela